El Director General Ejecutivo del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi), dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Gregorio Mamani Quispe, participó hoy, del acto protocolar en homenaje a los valientes hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas en defensa de nuestra patria, ante la invasión chilena de 1879, la ceremonia tuvo lugar en la plaza que lleva el nombre de uno de los máximos héroes reconocidos por nuestra historia; el Cnel. Eduardo Abaroa Hidalgo

“El enclaustramiento de Bolivia ha generado una perdida incalculable para nuestras empresas, debemos avanzar en la construcción de nuestras políticas internacionales basados en la diplomacia de los pueblos aceptando la esencia, la vida en armonía y equilibrio, respetando el espíritu de los pueblos originarios y su relación con la naturaleza; pero además debemos proteger todas aquellas publicaciones, creaciones intelectuales que han surgido al pasar de los años, en esta lucha por la reivindicación marítima , por eso convocamos a los escritores compositores, poetas, a todos quienes han generado contenidos en torno al mar cautivo, a registrar sus obras, protegerlas en el Senapi... Seguiremos promoviendo vías alternas para generar mecanismos de protección a la propiedad intelectual de Bolivia” concluyó Mamani

La ceremonia comenzó con el traslado y colocación de las ofrendas florales ante la figura del Cnel. Eduardo Abaroa, donde las distintas instituciones y sus respectivas autoridades rindieron su homenaje a los defensores del Litoral; tras el encendido de la llama votiva, que simboliza la lucha de nuestros pueblos y alumbra el camino para la recuperación de nuestra calidad marítima, tomó la palabra el Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia y Capitán General de las FF AA, Luis Alberto Arce Catacora, quién en la parte central de su discurso exhortó a la comunidad internacional tomar en cuenta que Bolivia sufre una alto costo económico y social, para llevar nuestros productos a los mercados de ultra mar.

“El injusto enclaustramiento ha dificultado a nuestro país al flujo del comercio internacional sometiéndola a un alto costo de transporte para llegar a mercados de ultra mar solo por mencionar algunos efectos de no tener una salida soberana al mar. Nuestra producción paga un treinta por ciento más de lo que paga en promedio cualquier otro país de la región, buena parte de nuestro comercio depende de normas que imponen los países costeros por lo que debemos enfrentar retrasos y burocracia en el transito”

La guerra del Pacífico restó a Bolivia más de 120.000 km2 de territorio con abundantes recursos naturales, además de 400 km de costas privando a nuestro país de su acceso al mar, privando a los pueblos de su relación ancestral con los mares.